martes, 7 de octubre de 2014

¿Existe el destino? una de las preguntas de la curiosa película de Michel Gondry


Por Tesa Vigal

'Eternal sunshine of the spotless mind' de Michel Gondry, aquí traducida como 'Olvídate de mí', es una película circular, aunque no exactamente, sino en espiral. Cuando el futuro con el que se inicia la película no es el pasado, sino una vuelta al momento vital que lo hizo posible. Lo más esencial de las personas implicadas sería el germen que repetiría un ciclo vital pendiente. ¿Hasta que dejara de serlo? Ese es el dilema y es lo que remite a la pregunta: ¿estamos abocados a repetir momentos cruciales?, ¿o en algún momento podemos salirnos de esa cadena, que se acerca peligrosamente a la posibilidad de un destino? 


Ese tema se relaciona, además, con la naturaleza de la memoria y de la experiencia, cuando ambas cosas parecen coincidir básicamente. También se relaciona con la existencia de un “yo” esencial, que estaría más allá de las circunstancias, fundiéndose con ellas de manera personal y que sería, por tanto, el que podría decidir. ¿Libremente?, ¿hasta qué punto? Preguntas que acaban confluyendo unas en otras como la serpiente que se muerde la cola.

El guionista, Charlie Kaufman, es también el guionista de “Cómo ser John Malkovich”, una película rabiosamente original y divertida, en el que un agujero en la pared de un despacho conduce al interior del famoso actor. En 'olvídate de mí' de nuevo nos encontramos en el interior de alguien. Esta vez en el interior del protagonista dormido al que un tratamiento médico voluntario pretende borrar de su memoria todo rastro de la existencia de la amante a quien quiere olvidar. Hasta cierto punto... En esa contradicción se encuentra el interior del protagonista (Jim Carrey), un hombre tímido y callado y bastante aburrido. Su novia (Kate Winslet) ya le ha olvidado a él y esa es la motivación de su novio para olvidarla también. 


 No siempre conocer el futuro de una relación provoca el arrepentimiento. A veces ese conocimiento no impide volver a elegir lo mismo. A pesar de todo... Laberíntico viaje por los recovecos de la memoria, tratando de ir acompañado del recuerdo de su novia a través de momentos y épocas distintas, incluso por aquellas en que no se conocían, y todo con tal de resguardar su recuerdo en algún vericueto de su memoria que no corresponda a su relación y por tanto donde pueda guardarlo sin peligro de ser borrado. Delirante escena de la temprana infancia del protagonista en la cocina de su familia... Magníficas interpretaciones de los dos actores, llenas de vigor y emotividad, de momentos surrealistas y momentos sobrios. De Kate Winslet me lo esperaba porque es una gran actriz, pero Jim carrey me sorprendió agradablemente.

Los decorados y los escenarios pueden cambiar, eso es evidente. También las decisiones "secundarias". ¿Pero también se pueden cambiar las decisiones significativas? Podría ser que aquello de lo que nos arrepentimos es lo único que podíamos elegir en aquel momento. O puede ser que sólo ciertas elecciones de nuestra vida pertenecen al destino, sea lo que sea eso ese toque misterioso conectado a la identidad y la memoria. Que, a su vez, son parte de nuevos enigmas. 

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